EL ENSAYO COMO HERRAMIENTA PARA APRENDER A PENSAR
Uno de los propósitos que me he trazado dentro de la experiencia de aula es la de orientar a los estudiantes que llegan a Décimo y Once grado a "Aprender a Pensar" -aunque personalmente me da la impresión de llevar toda la vida en eso- me tropecé con el arte de escribir ensayos de tipo filosóficos desde ya varios años, pero que en esta Institución logré comprender que tenía en mis manos una herramienta excelente para que los jóvenes adquirieran la necesidad de consultar, investigar, analizar, interpretar y describir cualquier fenómeno o hecho aplicándolo en su vida personal o social, procurando siempre la adquisición de un universo vocabular más especializado, es decir, que poco a poco el estudiante irá manejando la significación de categorías filosóficas que harán un gran juego en la construcción de su espíritu crítico evidenciado al escribir sus propias interpretaciones sobre diversos temas clásicos o actuales, encontrando su utilidad o, por qué no, enfrentándose con un pensamiento que para la realidad contemporánea resultará obsoleta y por tanto, expresará y sustentará su invalidez con argumentos sólidos, coherentes y verdaderos.
Al finalizar el año de 2007 fue satisfactorio para mí observar el resultado con los estudiantes de 1102, quienes me demostraron mejoramientos en sus aprendizajes mediante la construcción de ensayos con temas como: El hombre Latinoamericano y sus valores, el Origen del Hombre, El Hombre Colombiano y su Mundo. Fué un proceso desde Octavo Grado, les fuí motivando hacia la escritura de pequeñas reflexiones sobre diversos temas sociales, ya sea por medio de videos o textos escritos. Al principio fue duro para ellos, porque las correcciones eran continuas y exigían cada día más profundidad argumentativa en cuanto se refiere a comparar, diferenciar, relacionar, criticar, proponer sobre un problema que ellos mismos debían formular. ¡Grave! porque estaban acostumbrados a la metodología tradicional de responder talleres donde las preguntas ya tienen una solución en un texto dado, el cual deberían memorizar para ser repetidas... y conmigo, debían plantear el problema, buscar las ayudas teóricas que le soportaran sus argumentos y saber concluir aquello que deseaban demostrar.
El primer choque es el uso del lenguaje filosófico, la actitud ante el área que para ellos es equivocada desde el inicio, luego la falta de cultura lectora, el ámbito sociocultural en el cual se desenvuelven y otra serie de distractores referentes a su edad que los hace distanciar de sus propias capacidades para adquirir este nuevo aprendizaje. El segundo choque: no poseer los preconceptos básicos para enfrentarse al pensamiento filosófico. Por último: la carencia de instrumentos y espacios institucionales para el desarrollo de los procesos de aprendizaje, aunque esto es superado por la recursividad del docente de área, es un factor que influye mucho en los jóvenes para despertar en ellos el deseo de saber.
Sin embargo, todo esto se ha venido tratando, analizando y procurando dar solución, incluyendo, gradual y prudentemente, a los padres de familia en los procesos de aprendizaje, tarea ardua pero no imposible. Los jóvenes fueron aportando cambios poco a poco, algunos se quedan en el camino, pero muchos han sabido aprovechar esta estrategia para aclarar, indagar y profundizar sobre muchos tipos de pensamientos, teorías, leyes descubriendo cómo todo esto ha influido o sigue latente en la vida de todos los seres humanos, y en especial, cómo es útil para resolver sus problemas cotidianos o de tipo epistemológico.
El resultado a finales de 2007: Estudiantes que valoran el hecho de no plagiar en los escritos, acabando en su totalidad con el "corte y pega" de internet, escribiendo sin tener la mínima comprensión del texto, y aún más, al cortar y pegar el cuerpo del texto construido pierde sentido, observándose inmediatamente incoherencias o contradicciones que delatan al joven estudiante en su "acto" de no autenticidad de pensamiento. Se suma ésto, la adquisición de la destreza para la autorreflexión mediante el aprender a preguntarse, formular hipótesis y enfrentarse a diversos tipos de principios y teorías de tal manera que se sumerge en una dialéctica constante, para luego establecer sus propios juicios con mucha convicción. Los jóvenes maduraron su modo de expresión, tanto así, que el manejo de sus estructuras lingüísticas verbales o no verbales fueron mejorando( por ejemplo: la construcción de párrafos, la ortografía, la grafía, porque ellos debían realizar el trabajo en clase entregando sus borradores como sustento y aparte sus escritos formalmente diseñados a mano)
Se recuerda a estudiantes como Ocsnyber Gómez Porras, Johan Pedraza y Enmanuelle Celis entre otros, que adquirieron un carácter autónomo, crítico y creativo mediante la escritura de ensayos con un toque totalmente auténtico.
Ya en el 2008, estoy iniciando el proceso con los jóvenes de Décimo (01, 02 y 03), con escritura de pequeñas reflexiones, observándose gran domino en el primero, medianamente el segundo y mínimamente el tercero. Son salones con 49 y 50 estudiantes, la gran mayoría presentan problemas lectoescritoras y es la primera vez que se encuentran conmigo en un área de aprendizaje, lo cual ha dificultado el avance en los procesos, pero ya en primer semestre del año se puede valorar como satisfactorio, sin dejar de preocupar el hecho que en 1003 los jóvenes presentan un cuadro de "frescura" ante lo académico a nivel general. El compromiso de los padres de familia apenas se está iniciando, difícil además cuando son ellos quienes no colaboran exigiendo en sus hijos calidad de vida, pero se sigue con el propósito.
En el grado 1003, las faltas de comportamiento adecuado en los estudiantes dificultan mucho la motivación hacia lo anteriomente expuesto,sin embargo, se destaca al estudiante Samuel Angulo quien realizó una reflexión sobre los filósofos de la naturaleza de manera excelente: grafía, redacción, comparación y apreciación de este pensamiento para el desarrollo del ser humano y su trascendencia en nuestras vidas. En 1002, son mínimas las actitudes negativas y se destaca a Sergio Andrés Guevara y en 1001 a Maybeth Saavedra, Dayanna Estefanía Rojas, Mario Flórez, María Estafany Obando, Miguel Angel Arenales, Diego Andrés Villamizar, Ingrid Juliana Cañas, Nancy Tatiana Duarte y Mary Yolanda Jaimes.
Las reflexiones son oberturas para adquirir destrezas cognitivas y lingüísticas que facilitarán la iniciación en la escritura de ensayos de tipo filosófico.
En cuanto a los jóvenes de 1101, 1102 y 1103, se ha venido trabajando desde el grado octavo en el área de Sociales y luego, Filosofía, Ciencias Políticas, Etica y hasta Religión. Desde el año pasado el grado 1101 ha demostrado una correcta aplicación de los aspectos formales y de fondo que son necesarios para una correcta construcción de ensayos, sin embargo, todavía y mínimamente ( se habla de 5 casos con relación a 42 estudiantes) presentan dificultades, pero se deben a fallas en las bases de aprendizaje y no por negligencia. En este grado, es satisfactorio observar el agrado de los jóvenes, su responsabilidad y honradez al momento de escribir, siendo concientes de las ventajas de expresar un pensamiento crítico pero ante todo auténtico. Cabe resaltar a estudiantes como: Mario Gil, con una expresión verbal tan profunda y un excelente manejo de categorías filosóficas; Estefanny Eliana Rodríguez, claridad escritora; Diana Quesada, literatura filosófica comparativa; Eimérida Castro, serenidad crítica y muy aplicativa en su lenguaje filosófico; Diana Zambrano, una escritura comparativa y clara... entre otros. En el grado 1102, se encuentra Diana Sánchez, quien se ha superado con esta metodología; Miguel Tarazona y Juan Martín Cárdenas Calvo (también uno de los que ha mejorado). En el grado 1103, ha sido más la dificultad porque se ha bajado el nivel de interés por la consulta, la investigación y el deseo de saber, sin embargo se puede mencionar a estudiantes como: Guillermo Emilio Valencia y Yeimi Sánchez , quienes expresan un dominio en sus argumentaciones; y se observa que en este segundo Bimestre han mejorado su actitud académica: Juliana Sáchica, Derly Rincón, Nancy Torres, Lizeth Paola Gómez y Miller Bermeo.
La temática tratada para grado Décimo fue la influencia del pensamiento de los filósofos de la naturaleza para el desarrollo del pensamiento humano y para los grados Once, la comparación y valoración de algunas escuelas y teorías psicológicas aplicadas a la realidad educativa del país.
Los procesos de evaluación de acuerdo a esta estrategia se ciñen a los siguientes criterios: Un 60% la sustentación de sus argumentos y un 40% la presentación formal del escrito con aplicación de la técnica adecuada, así sea impreso a mano. La sustentación se realiza de manera oral, mediante el enfrentamiento a preguntas relacionadas con la lectura previa del ensayo. Dichas preguntas las realiza tanto el docente como algunos estudiantes, quienes deben saber expresar sus cuestionamientos. Por otro lado,de manera escrita, a nivel general, se realizan preguntas abiertas que inciten a la comparación de escritos, donde al evidenciar incoherencias o contradicciones el resultado puede ser negativo para el joven escritor, pues quiere decir que sus argumentos no son válidos. Además, no debe existir un argumento tomado de otro autor sin hacer referencia o nota pié de página, donde cite la obra y el nombre de quien aporta ese pensamiento o teoría.
El ensayo se debe trabajar en el aula, hasta que los jóvenes tomen conciencia de la importancia de "aprender a pensar" con autonomía, legalmente auténticos y creativamente innovadores de sus conocimientos.
Al finalizar el año de 2007 fue satisfactorio para mí observar el resultado con los estudiantes de 1102, quienes me demostraron mejoramientos en sus aprendizajes mediante la construcción de ensayos con temas como: El hombre Latinoamericano y sus valores, el Origen del Hombre, El Hombre Colombiano y su Mundo. Fué un proceso desde Octavo Grado, les fuí motivando hacia la escritura de pequeñas reflexiones sobre diversos temas sociales, ya sea por medio de videos o textos escritos. Al principio fue duro para ellos, porque las correcciones eran continuas y exigían cada día más profundidad argumentativa en cuanto se refiere a comparar, diferenciar, relacionar, criticar, proponer sobre un problema que ellos mismos debían formular. ¡Grave! porque estaban acostumbrados a la metodología tradicional de responder talleres donde las preguntas ya tienen una solución en un texto dado, el cual deberían memorizar para ser repetidas... y conmigo, debían plantear el problema, buscar las ayudas teóricas que le soportaran sus argumentos y saber concluir aquello que deseaban demostrar.
El primer choque es el uso del lenguaje filosófico, la actitud ante el área que para ellos es equivocada desde el inicio, luego la falta de cultura lectora, el ámbito sociocultural en el cual se desenvuelven y otra serie de distractores referentes a su edad que los hace distanciar de sus propias capacidades para adquirir este nuevo aprendizaje. El segundo choque: no poseer los preconceptos básicos para enfrentarse al pensamiento filosófico. Por último: la carencia de instrumentos y espacios institucionales para el desarrollo de los procesos de aprendizaje, aunque esto es superado por la recursividad del docente de área, es un factor que influye mucho en los jóvenes para despertar en ellos el deseo de saber.
Sin embargo, todo esto se ha venido tratando, analizando y procurando dar solución, incluyendo, gradual y prudentemente, a los padres de familia en los procesos de aprendizaje, tarea ardua pero no imposible. Los jóvenes fueron aportando cambios poco a poco, algunos se quedan en el camino, pero muchos han sabido aprovechar esta estrategia para aclarar, indagar y profundizar sobre muchos tipos de pensamientos, teorías, leyes descubriendo cómo todo esto ha influido o sigue latente en la vida de todos los seres humanos, y en especial, cómo es útil para resolver sus problemas cotidianos o de tipo epistemológico.
El resultado a finales de 2007: Estudiantes que valoran el hecho de no plagiar en los escritos, acabando en su totalidad con el "corte y pega" de internet, escribiendo sin tener la mínima comprensión del texto, y aún más, al cortar y pegar el cuerpo del texto construido pierde sentido, observándose inmediatamente incoherencias o contradicciones que delatan al joven estudiante en su "acto" de no autenticidad de pensamiento. Se suma ésto, la adquisición de la destreza para la autorreflexión mediante el aprender a preguntarse, formular hipótesis y enfrentarse a diversos tipos de principios y teorías de tal manera que se sumerge en una dialéctica constante, para luego establecer sus propios juicios con mucha convicción. Los jóvenes maduraron su modo de expresión, tanto así, que el manejo de sus estructuras lingüísticas verbales o no verbales fueron mejorando( por ejemplo: la construcción de párrafos, la ortografía, la grafía, porque ellos debían realizar el trabajo en clase entregando sus borradores como sustento y aparte sus escritos formalmente diseñados a mano)
Se recuerda a estudiantes como Ocsnyber Gómez Porras, Johan Pedraza y Enmanuelle Celis entre otros, que adquirieron un carácter autónomo, crítico y creativo mediante la escritura de ensayos con un toque totalmente auténtico.
Ya en el 2008, estoy iniciando el proceso con los jóvenes de Décimo (01, 02 y 03), con escritura de pequeñas reflexiones, observándose gran domino en el primero, medianamente el segundo y mínimamente el tercero. Son salones con 49 y 50 estudiantes, la gran mayoría presentan problemas lectoescritoras y es la primera vez que se encuentran conmigo en un área de aprendizaje, lo cual ha dificultado el avance en los procesos, pero ya en primer semestre del año se puede valorar como satisfactorio, sin dejar de preocupar el hecho que en 1003 los jóvenes presentan un cuadro de "frescura" ante lo académico a nivel general. El compromiso de los padres de familia apenas se está iniciando, difícil además cuando son ellos quienes no colaboran exigiendo en sus hijos calidad de vida, pero se sigue con el propósito.
En el grado 1003, las faltas de comportamiento adecuado en los estudiantes dificultan mucho la motivación hacia lo anteriomente expuesto,sin embargo, se destaca al estudiante Samuel Angulo quien realizó una reflexión sobre los filósofos de la naturaleza de manera excelente: grafía, redacción, comparación y apreciación de este pensamiento para el desarrollo del ser humano y su trascendencia en nuestras vidas. En 1002, son mínimas las actitudes negativas y se destaca a Sergio Andrés Guevara y en 1001 a Maybeth Saavedra, Dayanna Estefanía Rojas, Mario Flórez, María Estafany Obando, Miguel Angel Arenales, Diego Andrés Villamizar, Ingrid Juliana Cañas, Nancy Tatiana Duarte y Mary Yolanda Jaimes.
Las reflexiones son oberturas para adquirir destrezas cognitivas y lingüísticas que facilitarán la iniciación en la escritura de ensayos de tipo filosófico.
En cuanto a los jóvenes de 1101, 1102 y 1103, se ha venido trabajando desde el grado octavo en el área de Sociales y luego, Filosofía, Ciencias Políticas, Etica y hasta Religión. Desde el año pasado el grado 1101 ha demostrado una correcta aplicación de los aspectos formales y de fondo que son necesarios para una correcta construcción de ensayos, sin embargo, todavía y mínimamente ( se habla de 5 casos con relación a 42 estudiantes) presentan dificultades, pero se deben a fallas en las bases de aprendizaje y no por negligencia. En este grado, es satisfactorio observar el agrado de los jóvenes, su responsabilidad y honradez al momento de escribir, siendo concientes de las ventajas de expresar un pensamiento crítico pero ante todo auténtico. Cabe resaltar a estudiantes como: Mario Gil, con una expresión verbal tan profunda y un excelente manejo de categorías filosóficas; Estefanny Eliana Rodríguez, claridad escritora; Diana Quesada, literatura filosófica comparativa; Eimérida Castro, serenidad crítica y muy aplicativa en su lenguaje filosófico; Diana Zambrano, una escritura comparativa y clara... entre otros. En el grado 1102, se encuentra Diana Sánchez, quien se ha superado con esta metodología; Miguel Tarazona y Juan Martín Cárdenas Calvo (también uno de los que ha mejorado). En el grado 1103, ha sido más la dificultad porque se ha bajado el nivel de interés por la consulta, la investigación y el deseo de saber, sin embargo se puede mencionar a estudiantes como: Guillermo Emilio Valencia y Yeimi Sánchez , quienes expresan un dominio en sus argumentaciones; y se observa que en este segundo Bimestre han mejorado su actitud académica: Juliana Sáchica, Derly Rincón, Nancy Torres, Lizeth Paola Gómez y Miller Bermeo.
La temática tratada para grado Décimo fue la influencia del pensamiento de los filósofos de la naturaleza para el desarrollo del pensamiento humano y para los grados Once, la comparación y valoración de algunas escuelas y teorías psicológicas aplicadas a la realidad educativa del país.
Los procesos de evaluación de acuerdo a esta estrategia se ciñen a los siguientes criterios: Un 60% la sustentación de sus argumentos y un 40% la presentación formal del escrito con aplicación de la técnica adecuada, así sea impreso a mano. La sustentación se realiza de manera oral, mediante el enfrentamiento a preguntas relacionadas con la lectura previa del ensayo. Dichas preguntas las realiza tanto el docente como algunos estudiantes, quienes deben saber expresar sus cuestionamientos. Por otro lado,de manera escrita, a nivel general, se realizan preguntas abiertas que inciten a la comparación de escritos, donde al evidenciar incoherencias o contradicciones el resultado puede ser negativo para el joven escritor, pues quiere decir que sus argumentos no son válidos. Además, no debe existir un argumento tomado de otro autor sin hacer referencia o nota pié de página, donde cite la obra y el nombre de quien aporta ese pensamiento o teoría.
El ensayo se debe trabajar en el aula, hasta que los jóvenes tomen conciencia de la importancia de "aprender a pensar" con autonomía, legalmente auténticos y creativamente innovadores de sus conocimientos.
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